Por Soldán
En el Encuentro Federal Cyberciruja pasaron cosas maravillosas. Es difícil explicarlas, y por eso quizás me tomé un tiempo para ordenar las ideas y plasmarlas en un texto pensado para nuestra comunidad, aunque necesario para cualquiera que quiera acercarse a este grupo de acción política que hemos podido formar cada uno y cada una desde las distintas geografías que habitamos. Iré directamente al hueso, sin poesías ni firuletes, dejando algunas reflexiones y pensamientos al respecto.
Comunidad.
Ver a tantas personas autodenominarse “cyberciruja” me produjo una serie de sensaciones que iban desde la alegría tremenda, la incredulidad, la sorpresa y hasta la gracia. No podía evitar leer los portales de noticias mencionando que “cybercirujas de todo el país se reúnen…” sin reírme un poco. Pero reírme con orgullo, con el pecho inflado por ser parte de esto.
En la Biblioteca Manuel Belgrano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba hubo muchos cybercirujas. ¡Pero muchos, eh! Desde Buenos Aires habrán viajado una docena de personas, algunos en auto y otros en avión; desde Santa Fe y Rosario otros 6, quien escribe desde Posadas, y realmente no se de dónde eran los y las cordobesas cybercirujas que fueron. Para quienes vivimos en Internet desde hace al menos 20 años, la idea de comunidades es común, ¡y más de parte de quiénes venimos del software libre!
Pero de ahí a ver que esa comunidad enorme logra reunirse en un evento federal es otro el cantar. Ver a cybercirujas de todas partes fue maravilloso. Ponerle cara a avatares y a @ siempre es divertido y gratificante. Y en este caso, más aún, porque fue un salto muy enorme el de poder mostrar que somos una comunidad amplia, diversa, de personas que viven en distintas partes pero que aun así están dispuestas a poner su tiempo y dinero para juntarse unas horas para hablar, para compartir, para debatir, para proponer. Nuestra comunidad está más viva de lo que pensaba y es más fuerte de lo que creemos.
Mujeres y diversidades cybercirujas.
Sabido es que todos los grupos y comunidades que giran en torno a la tecnología suelen estar repletos de hombres de dudosa moralidad por no decir incels y/o bufarras. En cybercirujas siempre purgamos a ese tipo de hombres porque no congeniamos con prácticas misóginas ni machistas, pero nos ha costado sumar a mujeres y diversidades en nuestros grupos. Pero en Córdoba pudimos dar cuenta de una gran cantidad de mujeres y diversidades que hacen carne de la identidad cyberciruja desde una visión feminista. Pero no solo diversidades en torno al género, sino también niñeces que estuvieron muy presentes de forma activa en el evento, ya sea porque estuvieron probando los juegos o bien participando del taller de Roboticlaje.
Uno de los talleres que se brindaron en el encuentro fue en torno al feminismo y cybercirujeo. Me sumé mientras finalizaba el mismo y se compartían las conclusiones que me hicieron pensar mucho sobre nuestra comunidad, tanto en relación a problemas que tenemos como otras visiones sobre una misma cosa. Fue un espacio de construcción y debate que tuvo mucha potencialidad porque creo que quienes estuvimos en ese cuarto nos fuimos con muchas preguntas y pocas respuestas, lo cual motiva siempre a accionar para encaminar esas inquietudes.
Gran Plenario Cyberciruja
Justamente la actividad anterior terminó en la concreción de un plenario de cierre del primer día del encuentro. Hubiéramos podido hacerla al otro día ya que el evento finalizó el domingo, pero muchas compañeras no podían volver así que improvisamos una puesta en común y debate, que giro en varias cuestiones, algunas de las cuales se dieron en el taller de cybercirujas y feminismo:
Tanto en el taller como en el plenario quedó bastante en claro que Cybercirujas es una agrupación política, que no significa partidaria. El hecho de incluir el feminismo y las diversidades dentro de nuestra comunidad dota a la misma de una clara intención política. Nuestra lucha contra la obsolescencia programada es política ya que se trata de un cuestionamiento del mercado masivo de consumo, la cual nos lleva también a unirnos a las causas ambientalistas y por supuesto propiciar el tecnoempoderamiento civil.
Si bien cybercirujas es un grupo de acción territorial, también nos organizamos en el cyberespacio. Pero esa organización muchas veces es escasa, la gente que ingresa a los chats o grupos no tiene bien en claro cómo arrancar y como sucede en todos los chats hay una monopolización de la palabra que muchas veces termina ahuyentando o haciendo que la gente no participe. Es menester revisar estas prácticas y ver cómo podemos moderar mejor los espacios virtuales.
Hubo dificultades en la organización del encuentro debido a los problemas de armar un evento a la distancia sin conocer el lugar ni a la comunidad. Esto se debió exclusivamente a algo que no había pensado así pero que la rama feminista cyberciruja me hizo pensar: el sistema de “referentes” en las células cybercirujas puede ser un problema. ¿Cómo se construye esa referencialidad?¿Quién la “valida”? En nuestro caso, solo conocíamos a Nico y a Cris y si hubiéramos conocido también a Dani, Ibi, Juan, Chacha, Fran o Dario, probablemente podríamos haber comunicado o aceitado mejor ciertas cosas. Esto motivó a pensar en armar grupos con otros "referentes" para poder articular mejor cuestiones de alcance federal.
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Nos fuimos con mucha manija y ganas de seguir creciendo. Inevitablemente, este encuentro, como digo, es el inicio de algo aun más grande. Ahora ya muchos nos vimos las caras y las nucas, hablamos lo que tuvimos que hablar y estuvieron los que quisieron estar. El año próximo en Rosario será espectacular y cada año crecerá más y más.
Agradecimientos.
Miles y miles de gracias a quienes hicieron posible esto. Puntualmente agradezco a todos mis amigues cybercirujas de Buenos Aires que se movilizaron hasta allá, llevaron ventiladores, consolas, posnets y computadoras. Gracias a lxs cordobesxs que se sumaron llevando máquinas, poniendo monitores, dando charlas y talleres, colaborando en la organización y alojando gente. Especialmente gracias a Roberto Gudiño y su computadora PDC3 y PDC32, ha generado algo increíble en un grupo de cybercirujas que están laburando en la creación de un emulador para esa compu tan única. Gracias también rosarinxs, santafesinxs y vaya uno a saber si no había otrx provincianx que no hayamos registrado. Esto sucedió porque decidimos ir y hacerlo, y lo hicimos.
Sin lugar a dudas esto fue una validación enorme para nuestra comunidad y esperamos que el año que viene en Rosario podamos vernos nuevamente las caras y las nucas, esta vez, escabiando unas birras y fumando circuitos integrados a la vera del Paraná.